La charapa, científicamente conocida como Podocnemis expansa, es el quelonio de mayor tamaño de la Amazonía. La hembra es mayor que el macho, mide de 50 a casi hasta 90 centímetros de longitud de caparazón y pesa entre 15 y 60 kilos. El macho alcanza unos 60 centímetros de longitud de caparazón.
El caparazón del animal adulto es ancho y notablemente aplanado, y se ensancha hacia la parte posterior; en contraste con la taricaya y cupiso, el caparazón de los adultos no presenta una cresta o prominencia dorsal. La cabeza es relativamente pequeña, de forma cónica y con el hocico punteado. Sobre la frente hay un surco que se extiende desde las narices hasta entre los ojos. En el mentón hay dos pequeños apéndices o bárbulas, dispuestas muy juntos, o ocasionalmente sólo una.
El caparazón es de color muy oscuro, casi negro, y el peto es oscuro o claro amarillento. La cabeza es mayormente gris y negruzca, con las quijadas de color claro amarillento. El cuello, las patas y la cola son grises.
El macho difiere de la hembra en que: 1) es de menor tamaño; 2) tiene la cola más desarrollada, particularmente desde el base hasta el año; 3) el caparazón tiene la forma más redonda, menos ovalada; 4) la muesca anal del peto es más amplia y redondeada, menos angular, y 5) la cabeza presenta algunas manchas amarillentas. Estas diferencias no se observan en las crías y animales jóvenes.
Las crías recién salidas del nido miden de 45 a 60 milímetros de longitud de caparazón y pesan entre 19 y 36 gramos. Presentan una cresta dorsal sobre los escudos centrales 2 y 3, con máxima prominencia siempre sobre el escudo 2. El caparazón es pardo grisáceo, con el borde tenuemente orlado de amarillo pálido; el peto es gris y la cabeza negruzca, adornada con manchas de color amarillo limón. Sobre la frente lleva un par de angostas líneas amarillas que forman un círculo casi completo alrededor de cada ojo.
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